“Hombre cobarde no coge mujer bonita”. Pepe Kierdelewicz

martes, 7 de diciembre de 2010

Maratón de Lisboa 2010

Esta, posiblemente, sea una de las carreras más desorganizadas que he hecho. Y si a eso le sumamos las contrariedades que me sucedieron a lo largo del fin de semana…casi sería una carrera para olvidar. A no ser porque…

Desde el mes pasado estoy trabajando en El Puerto de Santa María, a 300 kilómetros de Badajoz. Todos los viernes vuelvo por la tarde para pasar el fin de semana. Esta semana era especial porque el lunes y el miércoles eran feriados, y por suerte me dieron el martes, así que hasta el jueves no tendría que volver. Me esperaban 5 días de unas “mini vacaciones”….ja!

El jueves anterior estaba pensando en el fin de semana y veo en Facebook que una amiga corría la Media Maratón de Lisboa y le pregunto a Patri si quería ir. Me dijo que si. En un comentario veo que una chica que pensaba correr la Media no podía ir por lesión y nos cede el dorsal. Me acuerdo que mi amigo Goyo tampoco va por lesión y con la inscripción hecha para la Maratón. En una hora, gracias a la magia de Internet, teníamos cada uno dorsal y el viaje casi organizado. Las tiradas largas del entrenamiento de esta semana las haríamos en carrera. Joya!!

Al día siguiente, viernes, termino de trabajar, como y salgo para Badajoz….muy contento…!!!!

Llegando a Sevilla, con un atasco enorme, se me queda el coche….y no resucitó. No les voy a contar lo que tuve que hacer pero si decirles que llegué a casa a las 11 de la noche con un coche alquilado.

Anuncian fin de semana de lluvia y viento.

Domingo, suena el despertador a las 4 AM para que una hora después estemos en la ruta hacia Lisboa. Patri 4 horas por trabajo y yo 5 horitas de sueño…..pero con muchas ganas salimos….lloviendo a cántaros.

Se prende un testigo del coche alquilado. Era amarillo asi que no le di mucha bola (ni idea que me quería decir). Llegamos a tiempo, encontramos el depto. de nuestra amiga muy bien (gracias al GPS, claro!)…cuando bajo del coche…sorprais!!!...rueda pinchada. No estaba muy baja asi que una vez que deje a Patri con Elenita iría a inflarla. Como no sabíamos el piso la teníamos que llamar por teléfono. Ho, otra sorpresa! los teléfonos no tenían cobertura. Buscamos un teléfono público pero había que poner una tarjeta de crédito y con las nuestras no funcionaban. Después de 10 minutos dando vueltas, gritando y silbando a la ventana…..se asoma.

Genial!...me da el dorsal y salgo 8:14 AM hacia la salida. A las 9 se largaba. Pongo GPS rumbo al estadio, llego en menos de 10 minutos y empiezo a buscar una estación de servicio para inflar la goma. 20 minutos y no encontré ninguna. 8:45 estaciono (con la rueda casi desinflada) a 850m de la línea de salida. Me cambio, meadita, vaselina y corriendo hacia el largada me como una barrita.

En 8 minutos me espera una MARATÓN!!!!

Llego a la línea de salida y dos fotos después…largamos!!!

Esta carrera no la preparé ni mucho menos. Era un entrenamiento. Pensaba trotarla sin mas…..pero las carreras hay que correrlas, así que durante el último minuto antes del disparo veo los dos globitos (personas que llevan un ritmo prefijado para que sirvan de liebre). El de las 4 horas y el de las 3h 30min. Mi idea era trotar y hacerla en 4 horas pero….las carreras hay que correrlas….y me acordaba lo que le dije a Patri durante el viaje: “Si hago 3h30min me doy con un canto en los dientes”. Jaja!!!...y salí a seguir al globito de 3 horas 30 minutos.

Un vientooooo!!!!!!!

Mi táctica de carrera (jaja!) era seguir al globito aunque pare a mear…bueno a hacer pis!! La cuestión es que al tipo, en el kilómetro 12 se le vuela el cartelito que decía el tiempo que iba a hacer y paró a agarrarlo para volver a ponerlo. Obviamente no paré así que me quedé solo con mi ritmo y el viento en contra.

Realmente, un poquito exigido pero lo podía mantener bien.

En el kilómetro 28 dimos la vuelta, el viento en contra se convirtió en un amigo y empezaron a aparecer los corredores de la Media Maratón que habían largado a las 10:30hs. Calculé que iba a encontrar a las chicas por el kilómetro 38 y 39, pero Elenita apareció, con mucho dolor en la espalda, en el 35. Nos saludamos y seguí mi marcha. En el kilómetro 36 el suelo se empezó a inclinar…para arriba. Sabía que teníamos una subida al final pero no tan larga…y tan recta. Hasta el kilómetro 40 el camino subió y casi todo recto.

Cuando empezamos a subir veía a los corredores como 3 kilómetros para arriba…uff!...que agotamiento mental. Ya tenía los cuadriceps para tirarlos a la basura. Varias veces amagaron a acalambrarse, y ahora con esta subida terminaría de matarlos.

Llego al 40 y terminó la subida. Solo 2 kilómetros y llegaría en 3h30min. Increíble, pero tenía las piernas rotas.


Por ahí veo que me pasa un corredor….era el globito de las 3 horas 30 minutos. Me prendo un kilómetro y casi llegando al 41 lo dejo porque estaba hecho mierda. Hago unos metros más pensando en aguantar y veo a Patri a 50 metros. Quería llegar con ella, y mi primera reacción fue cambiar de ritmo….ja!....que dolooorrr!!!!....casi le grito para que me espere pero era hacerla frenar así que me dedique a mirarla.

Entramos a la pista, media vuelta y llegamos. Que linda sensación verla llegar en su tercera Media Maratón.

Al final 3h 30min 30seg en mi reloj. No es mi mejor marca pero estoy contento como si lo fuera.

La preparación para la Ultra me encanta. El ser capaz de correr una Maratón un fin de semana cualquiera me dice que voy por buen camino.
Durante la carrera me sentí con plena confianza, sentí que estaba en mi lugar, sabía en todo momento lo que tenía que hacer y fui capaz de entender las señales que mi cuerpo me enviaba.

No solo quiero correr, sino aprender y sentir. Patri lo entendió el domingo; vio su límite y lo reconoció. No dudo que la próxima lo supera.
Estoy contento conmigo mismo.

viernes, 15 de octubre de 2010

Reflexiones de George Carlin

  La paradoja de nuestro tiempo es; que tenemos edificios más altos y temperamentos más reducidos, carreteras más anchas y puntos de vista mas estrechos. Gastamos mas pero tenemos menos, compramos mas pero disfrutamos menos. Tenemos casas mas grandes y familias mas chicas, mayores comodidades y menos tiempo. Tenemos mas grados académicos pero menos sentido común, mayor conocimiento pero menor capacidad de juicio, mas expertos pero mas problemas, mejor medicina pero menor bienestar.

  Bebemos demasiado, fumamos demasiado, despilfarramos demasiado, reímos muy poco, manejamos muy rápido, nos enojamos demasiado, nos desvelamos demasiado, amanecemos cansados, leemos muy poco, vemos demasiado televisión y oramos muy rara vez.

  Hemos multiplicado nuestras posesiones pero reducido nuestros valores. Hablamos demasiado, amamos demasiado poco y odiamos muy frecuentemente.

  Hemos aprendido a ganarnos la vida, pero no a vivir. Añadimos años a nuestras vidas, no vida a nuestros años. Hemos logrado ir y volver de la luna, pero se nos dificulta cruzar la calle para conocer a un nuevo vecino. Conquistamos el espacio exterior, pero no el interior. Hemos hecho grandes cosas, pero no por ello mejores.

  Hemos limpiado el aire, pero contaminamos nuestra alma. Conquistamos el atomo, pero no nuestros prejuicios. Escribimos mas pero aprendemos menos. Planeamos mas pero logramos menos. Hemos aprendido a apresurarnos, pero no a esperar. Producimos computadoras que pueden procesar mayor información y difundirla, pero nos comunicamos cada vez menos y menos.
  
 Estos son tiempos de comidas rapidas y digestion lenta, de hombres de gran talla y cortedad de caracter, de enormes ganancias economicas y relaciones humanas superficiales. Hoy en dia hay dos ingresos pero mas divorcios, casas mas lujosas pero hogares rotos. Son tiempos de viajes rapidos, pañales deshechables, moral descartable, acostones de una noche, cuerpos obesos, y pildoras que hacen todo, desde alegrar y apaciguar, hasta matar. Son tiempos en que hay mucho en el escaparate y muy poco en la bodega. Tiempos en que la tecnología puede hacerte llegar esta carta, y en que tu puedes elegir compartir estas reflexiones o simplemente borrarlas.

  Acuérdate de pasar algún tiempo con tus seres queridos porque ellos no estarán aquí siempre.

  Acuérdate de ser amable con quien ahora te admira, porque esa personita crecerá muy pronto y se alejara de ti.

  Acuérdate de abrazar a quien tienes cerca porque ese es el único tesoro que puedes dar con el corazón, sin que te cueste ni un centavo.

 Acuérdate de decir te amo a tu pareja y a tus seres queridos, pero sobre todo dilo sinceramente. Un beso y un abrazo puedes reparar una herida, cuando se dan con toda el alma.
  

 Acuérdate de tomarte de la mano con tu ser querido y atesorar ese momento, porque un día esa persona ya no estará contigo.

 Date tiempo para amar y para conversar, y comparte tus mas preciadas ideas. 
 Y siempre recuerda:

La vida no se mide por el número de veces que tomamos aliento, sino por los extraordinarios momentos que nos lo quitan.
Veinticinco discos, catorce especiales de la HBO, publicó cinco libros, participó en varias películas y protagonizó su propia serie de televisión. Carlin murió el 22 de junio del 2008 a causa de un fallo cardíaco. 

martes, 21 de septiembre de 2010

Decidí


Después de los 60K de Madrid entré en un momento de decisiones para afrontar muchas cosas. Llegó el verano y con él un calor de muerte. No dormía casi nada por la noche, así que salir a entrenar a las 6 de la mañana iba a acabar conmigo.

Decidí mantenerme nadando, con Spinning® y trabajando la resistencia muscular y la fuerza hasta que el calor pase y vuelva a dormir bien.

Y así fue. Hace unas semanas empecé a incluir trotes después de los trabajos de fuerza durante la semana y el sábado un trote largo.

Todo bien, pero sin un objetivo en mente no tengo motivación para entrenar así que empecé a barajar varias cosas pero ninguna me convencía como la que originalmente me movió para volver a correr.

Varias cosas pasaron este verano que hicieron que me plantease hasta el dejar de correr.

Como siempre, espero que algunas cosas se vayan dando para poder hacer otras. Y esto era lo que me estaba frenando para emprender ese largo camino, esta recta final hasta el gran objetivo por el cual estoy hoy escribiendo esto.

Encontré la motivación en la misma persona que indirectamente me empujó volver a ponerme las zapas hace unos años atrás.

No quiero esperar más. No quiero, dentro de unos años, mirar atrás y ver que no lo hice. Así que con más dudas que convicción decidí empezar la preparación para intentar largar en septiembre del 2012 el Espartathlon.

Sé que es un reto muy ambicioso y que me falta mucho camino por recorrer. Pero también sé que estoy muy cerca de conseguir la marca para hacerlo. También sé que solo no lo lograría, y por eso la decisión la tomamos con Patri. Su apoyo es fundamental asi como el de los amigos. Goyo y Elenita se sumaron a esta locura, Juan prepara su primera Maratón, Patri este domingo corre su primera Media Maratón, cuando hace algunos años un trotecito de 3 kilómetros la ponía de una mala leche que ni se imaginan.
Estoy rodeado de buenas ondas así que no puede salir mal.

sábado, 17 de julio de 2010

Voy hacia el fuego como la mariposa...

Dicen que en los largos días de verano, algunas mariposas tropicales nacen cuando el sol despeina sus rojos cabellos mordiendo el horizonte.

Despliegan sus alas y se lanzan al aire, gustándolo todo con fruición y deleite.
Salen de su capullo enamoradas ya y ardiendo de ganas, despilfarran olores y escalas cromáticas en busca de su pareja, con furiosa alegría, con inocente y salvaje desparpajo.

Nada les importa que su vuelo nupcial atraiga a los temibles predadores, que no dudan en aprovechar la torpeza típica de los enamorados para darse un festín entomológico.

Estas mariposas nacen con la urgencia del amor, porque la Naturaleza las llama a dejar descendencia ese mismo y único día. Vuelan incansablemente durante las horas que se les permite la vida. Besan a las flores, firuletean con el viento. Se burlan de los pájaros (si pueden). Se buscan, se encuentran, se seducen, se aparean, desovan con gracioso donaire.

Después, agotadas y pletóricas de sensaciones, se buscan un sitio desde donde contemplar nuevamente -y por última vez- el esplendor y la calidez del sol que se oculta.

Yo me pregunto, también, como Camila : esa mariposa "¿Cómo podría entender el significado de la palabra"noche"?"

Su vida es de una intensa luminosidad, de un vértigo absoluto. Fantaseo, con el bobo romanticismo que me caracteriza, con la idea de que esta mariposa de un día pasa sus breves horas a las risas y evitando sermones, haciéndose la desentendida cuando la alertan sobre los riesgos y peligros que la circundan.

Ocasionalmente, alguna de ellas escapa a su destino y sobrevive durante la aterradora y negra noche. Entonces la pobre busca su sol, busca su luz. Caramba! No se imaginaba que ese bello ardor que la mantenía vital pudiese desaparecer así como así...

Se ha vuelto sorda en su desesperación. No oye las voces de aviso. No oye las buenas intenciones de quienes le aseguran que la noche terminará y otro solo rojo aparecerá por el Este.

Y entonces, sucede.

Encuentra un fuego. Una lamparita, una vela, un leño ardiendo, lo que sea. Encuentra el sol. Se acerca y revolotea, gozosa y entregada. Algunos siguen diciendo "qué tonta es, no se da cuenta de que cerca de la luz, morirá".

Y así, en esa danza de alegría y reencuentro, en esa cercanía limpia, en ese calor palpitante, la mariposa de un día abraza la existencia.

Los que nunca han vivido en la luz...¿cómo podrían entender el significado de esta mística?

lunes, 31 de mayo de 2010

100K Villa de Marid



"Soldado que huye sirve para otra batalla"

Así es. Mi carrera terminó en el kilómetro 60.

Podría decir que la culpa fue por mi rodilla, o de los más de 30 grados de temperatura, o del infame circuito (definición extraída de un foro de atletismo al referirse a esta carrera) con más subidas de las que podía aceptar, o de la falta de fondo con el que sabía que asistía a esta competencia.

Mi meta era la de terminar 80 kilómetros CORRIENDO. ¿Por qué en mayúsculas? Porque quería probarme, ver mi ritmo y mi fuerza mental. No parar ni siquiera para comer. Y así lo hice.

Y la verdad es que no supe/pude solventar todos estos inconvenientes. Sería más fácil decir que fue a causa de alguna de estas cosas, pero sinceramente, mi mente me ganó. El dolor muscular por la falta de preparación específica hizo que, a partir del kilómetro 32, todo fuera cuesta abajo. La subidas agotaban mis cuadriceps una a una. Esta carga muscular hacia que mi rodilla “tocada” se fuera sobrecargando hasta llegar al dolor a partir de allí.

Creo que por lo años y experiencia decidí terminar mi carrera. Posiblemente algunas vueltas más hubiera llegado a dar ¿Pero a que costo? Hubiera empezado a caminar en algunos tramos pero ese no era mi objetivo. En los últimos 30 kilómetros estaba tomando 1 LITRO de líquido por cada 10km y mi sudor era escaso, y eso me estaba dando mala espina. El daño muscular y articular, sin hablar del psicológico, que hubiera  comenzado a tener habrían hecho que mi recuperación fuera más larga……y el fin de esta carrera no sería el que fui a buscar.

Mi objetivo esta en los 100K de Besana en septiembre. Todo lo que haga hasta ese día será preparación. Ese es mi objetivo.

domingo, 23 de mayo de 2010

A una semana...

Estoy nuevamente a una semana de mi próximo reto; 80 kilómetros en Madrid.

Los 100K Villa de Madrid se hacen sobre un circuito de 10 kilómetros. Tiene la particularidad que a partir de los 50K (5 vueltas) podés terminarlo en la vuelta que quieras. Esta vez voy a buscar una buena marca (para mi) sobre 80K ya que no llego con el fondo necesario. Esta prueba, junto con la Maratón de montaña que quiero correr dos semanas después serán parte de mi preparación para conseguir una buena marca en los 100K de Cantabria a realizarse en septiembre.

Realmente esta preparación la llevé muy bien. Pude sumar todos los kilómetros que me propuse con muy buenas sensaciones….salvo….siempre hay un pero….que en la última tirada larga del sábado pasado tuve un dolor fuerte en la rodilla derecha que me hizo parar antes. Era un entrenamiento de 45 kilómetros a ritmo de carrera…y me estaba sintiendo muy bien. Inclusive cuando me vino a buscar Patri, por el kilómetro 31, me sentía genial, tenía las piernas muy sueltas.

 

Hielo y antiinflamatorios durante varios días esperando poder llegar a largar el domingo que viene. Ya no me duele pero no la siento del todo bien. No sé si será mental pero….. Ayer hice 35K con la bici y hoy con Patri otros 45K y ningún aviso raro. Lo raro es mi cabeza, toda la semana sin correr me desconcierta.

Mi intención es salir a trotar unos 15 o 16 kilómetros el lunes para ver como esta. Si me duele no voy a poder largar.

No estoy nervioso ni ansioso. Tampoco me siento enojado por esto, solo un poco…¿como decirlo?....triste, tampoco….algo así como cuando esperas un regalo y estas viendo que no te lo van a regalar….algo así!!!

Tanto esfuerzo para conseguir estar en la línea de salida en la mejor forma posible y por una simple sobrecarga me tendría que quedar en casa.

Es que largar es mi regalo…es el regalo a todos esos días de entrenamiento, de dejar a mis chicas merendando solas mientras yo sumaba kilómetros, son todas esas horas solos por el campo….y un largo etcétera.

No sé si alguna vez se los dije pero a mi no me gusta nada entrenar. Me apasiona correr, pero entrenar todos los días NO. Me encanta los días previos, la largada y terminar victorioso…pero entrenar NO. Creo que lo hago por esos últimos 500 metros de la carrera….vale la pena todo el esfuerzo!!!

Espero el domingo que viene estar escribiendo buenas noticias.

lunes, 12 de abril de 2010

LXVII Millas Romanas 2010

No sé por donde empezar…si ya sé…por el principio…¿pero cual?...ese en el que hace dos años soñaba con terminar mi primer Media Maratón o cuando me dí cuenta que podía correr un 42K.

Si, de eso se trata, del camino que recorrí…mos hasta el día de hoy…al terminar mis primeros 100K.

Las sensaciones que tengo ahora mismo no son de las de terminar exitosamente una carrera o haber hecho una buena marca, trata del objetivo conseguido…un objetivo lejano, casi utópico, que tenía desde que comencé a correr…desde cuando me enteré que había carreras llamadas “Ultra Maratones”.

Hoy por la mañana me sentía raro….bueno….igual que ahora….siento como que mi cuerpo esta vacío. Me duele hasta los bíceps (¿?)….¿por qué? No tengo idea. Si solo corrí, no cargué ninguna carga pesada, ni empujé nada…pero igual me duelen los brazos. Siento que dejé todo mentalmente…..físicamente no sé!

Me encuentro genial; con los dolores lógicos (creo yo) de haber estado toda la noche y parte del día corriendo. Con la sensación de satisfacción de haber hecho algo grande.

Sé que maduré durante esa noche del viernes al sábado. Me dí cuenta de muchas cosas, acepté otras, y espero seguir aceptando y mejorando cosas que me pasaron por la cabeza durante esas casi 13 horas de soledad por el campo de Extremadura. Si, digo soledad porque de 374 corredores/marchadores que largamos el viernes, no pude engancharme con nadie.

El viernes a las 21:00hs largué junto con esas 373 almas a buscar ese objetivo común; terminar las LXVII Millas. Teníamos 24 horas para conseguirlo.

Sabía que la noche iba a ser difícil después del último entrenamiento nocturno, pero esperaba que al ir con más gente se haga más llevadera.

Les cuento que esta marcha es una actividad sin fines competitivos. La organiza un club de senderismo de Mérida con un tiempo máximo pero también con un tiempo mínimo de paso para que esta ruta siga con su filosofía senderista, sin otra excusa que la de pasar un buen rato y esforzarnos al máximo de nuestras posibilidades. Se trata de una ruta compuesta por tres bucles, dos de 27 km más o menos y la última de 45 km, con centro en un polideportivo donde dejamos la ropa y demás cosas para utilizar mientras necesitemos. Durante el camino teníamos 12 controles obligatorios que respetar donde te anotan el dorsal en una planilla y te sellan una hoja de ruta.

Largamos tranquilamente por un camino bordeando el río Guadiana hasta el primer control. Llegamos ya de noche y esperamos a que abra para que nos sellen la hoja y seguir. Seis minutos después volvimos a desandar el camino que nos trajo, cruzándonos con los marchadores que venían, hasta volver a Mérida y cruzar el puente Romano para seguir otros 6 km, sellar la hoja de ruta y volver hacia el polideportivo donde teníamos nuestro avituallamiento principal. Fideos y caldo estaban preparados mientras esperábamos que nos abra el cuarto control de ruta.

Por cierto, muy divertida esta parte porque me mantenía ocupado prestando mucha atención en el camino para pisar bien y no caerme, ni chocarme con otro corredor o con algún marchador que venia en sentido contrario. Fueron bastante lentos estos primeros 27K. Hasta el punto que estuve tirando en la cabeza por varios kilómetros.

27 minutos después de llegar al “primer polideportivo” salí solo en busca del segundo circuito llamado Proserpina, ya que este llega hasta una lago con este mismo nombre. Pasaban de las 12:20 de la noche.

Durante los primeros metros me engancho a un grupo ya que era un poco complejo salir de la ciudad aunque estuviera marcado. Cuando llegamos al campo me quedo solo; un grupito de tres corredores delante a 300 metros y el resto por detrás. Sin prestar demasiada atención a las marcas del recorrido, ya que tenía al grupito delante, hice los primeros kilómetros relajado…hasta que veo los frontales de “mis liebres” apuntando hacia mi…¡nos pasamos!... Nos juntamos con los que venían detrás y en un solo grupo de alrededor 15 corredores empezamos a buscar las marcas. Como kilómetro y medio hacia atrás encontramos el desvío. Con dolor en el ego seguimos por el camino correcto hasta que nos volvimos a separar. Minutos después veo otra vez los frontales de “mis liebres” apuntando hacia mi. ¿Nos perdimos, si no había ningún camino que saliera?…no…uno de ellos se había caído y los otros intentaban levantarlo.

Nos volvimos a separar…otra vez…(¿olería mal?)…Quinto control en medio de la nada. Aquarius, una banana y a seguir. Paso a otros cuatro corredores cerca del lago Proserpina y sigo solo. Esta parte es bonita ya que circundamos este lago rodeado de casas…y con luz por las calles…un descanso para los ojos.

Sexto control en el kilómetro 44. Casi la mitad del camino con 5 horas y 20 minutos. Agarro un gel, Aquarius y una manzana (no había bananas), sello el control y caminando termino la fruta para seguir corriendo. Saliendo del barrio paso una rotonda y las señales siguen por la ruta. Hago unos 500 metros y giro para el lado contrario a Mérida. Algo iba mal. Sigo hasta la próxima rotonda y ninguna marca…ME PASÉ…LA PU…..QUE LO PARIÓ!!!! Vuelta hacia atrás acordándome de las madres de todos los organizadores hasta que dí con dos frontales. Les pregunto si saben por donde…y en portugués me contestan. No les entendí nada. Inmediatamente vemos “al unísono” el cartel MAL PUESTO para agarrar un camino a la derecha. Los portugueses se quedan atrás. Sigo solo hasta agarrar a otro grupo…de portugueses también…estaba destinado a correr solo. Casi 11 kilómetros hasta el “segundo polideportivo” de un camino de mierda acompañado por un portugués.

1 hora y 23 minutos para hacer esos últimos 10 kilómetros. Tendría que estar en el kilómetro 55 y mi GPS me marcaba 60K. Ya es difícil terminar 100K para meterle 5 kilómetros más.

Durante el camino hablaba por teléfono con Patri y Cati que estaban en Badajoz. Correr de noche y solo no me iba bien. Muchas sensaciones malas me rondaban. No sé por qué. Esas charlas me ayudaban a desconectar.

Ya mis piernas acusaban cansancio. Tranquilo me cambio mis camisetas, me tomo un café con leche y algunas galletitas (muy ricas, por cierto), un gel, de nuevo vaselina en mis “partes íntimas”, agua al Camelbak, una cagadita y al camino…a empezar la tercera, más larga y última vuelta.

No estaba del todo convencido. Me acordaba de un comentario que le hice a un amigo antes de largar: -“La última vuelta hay que salir sin pensarlo”. 34 minutos después de llegar al poli así lo hice…solo…otra vez.

Llevaba 7 horas y veinte minutos más o menos…y otra vez al camino, pero esta vez la última. Pronto amanecería y eso me ponía las pilas. Sabía que iba a ser la más dura, sabía que podía pasar de todo. Me sentía bastante bien pero empezaban los miedos.

Por la ciudad me vuelvo a perder pero enseguida encuentro el camino…y de nuevo al campo; de nuevo a la oscuridad.

Yendo por un camino solitario y oscuro, veo la autovía que tenemos que cruzar. Sigo corriendo y de repente escucho: -“AGUAAA, AGUAAA”. Apunté mis linternas hacia todos lados y no veía nada. A unos 20 o 30 metros, en el camino veo un bulto que se movía. Sigo hacia él y veo a un “voluntario loco” de la organización tirado literalmente entre packs de aguas. Me cuenta que se les encajó la camioneta en el barro y no llegaron más adelante. Le dejaron ahí hasta las 8 de la mañana. Faltaban 3 horas todavía donde el loco iba a estar entre el frío y el viento que había, que por cierto sopló toda la noche. Un aplauso para él.

15 kilómetros después de salir del poli llego a Mirandilla; primer pueblo y control de ruta. Eran las 6 de la mañana y casi 70 kilómetros; ya me dolía todo. Gel, banana, Aquarius y sándwich de jamón. Empieza el camino con bastantes subidas. Decido subir caminando y correr los llanos y las bajadas para guardar fuerzas. No sabía como iba a reaccionar mi cuerpo con tantas horas. Prefiero dosificar…por las dudas, vió!!!

Llego al segundo pueblo; San Pedro. Me sellan mi hoja de ruta. Ya había amanecido. Calculé que me quedaba 10K hasta el último pueblo y 10K más hasta Mérida. Pregunto y me dicen que solo 16 kilómetros hasta Mérida. Con alegría y motivación salgo, después de una banana, otro gel y Aquarius.

Poco más de 6 kilómetros llego a Trujillanos; último pueblo. Banana, Aquarius, control de paso y salir finalmente hacia Mérida después de casi 12 horas de carrera.

10 kilómetros y mi victoria personal. Quería hacerla corriendo y lo estaba logrando. Sabía que entre 30 y 40 minutos llegaría a la ciudad. Ya la veía. Sabía el camino que tenía que hacer hasta la plaza España donde estaba la línea de meta y me esperaban mis chicas. Correr por la ciudad con casi 13 horas en las piernas, entre la gente con miradas incrédulas, fue genial. Llego a la peatonal que desembocaba en la plaza. Unos metros y veo a Cati corriendo hacia mi. La agarro de la mano y corremos juntos hasta el final. Nos abrazamos con Patri y Cati entre aplausos de la gente. Fue grande, fue precioso, fue único!!!
Tiempo no oficial personal 12 horas y 54 minutos en el puesto 12. Puesto y tiempo oficial: no lo sé y 12 horas con 55 minutos. Algo irrelevante comparado al logro personal.

 

Como siempre y en todo lo que hago, agradezco a Patri su gran apoyo. Sus charlas a las 3 de la mañana, su predisposición a bancarme. No podría hacerlo sin ella.

domingo, 28 de marzo de 2010

Entrenamiento nocturno

Que cansado que estoy…!!!!


Ayer hice mi primer entrenamiento nocturno en solitario. Fue, mentalmente, increíblemente duro. Que soledad, que sensaciones de vulnerabilidad. Todo tu mundo se comprime a la luz de tu frontal.

Las primeras horas las hice por un camino muy familiar…de día…pero de noche no tiene nada que ver. La sensación de correr por un mundo totalmente distinto, de no saber donde pisar, de no encontrar el camino. Intentas mirar más allá para ver donde sigue y no ves nada más que sombras. Por suerte la luna estaba casi llena.

Seguía corriendo hacia adelante con más ganas de darme la vuelta que de continuar. Una lucha constante conmigo mismo para seguir tirando. Mi mochila molestaba cada vez más. Los casi 5 kilos no me facilitaban las cosas.

Después de la segunda hora tomaba un camino por el cual pasé una sola vez el año pasado…y cada vez más barro…y cada vez me alejaba más de mi casa. Seguía corriendo con las luces de Badajoz a mi espalda, sumado a la sensación de llevar más de dos horas corriendo y alejarme cada vez más, estaba destruyendo mi motivación.

Muchas cosas pasaban por mi cabeza, pero la que más fuerza tenía desde los primeros 10K fue la de pensar: -“¿…y por qué? Dejar a mis chicas en casa y yo salir a sufrir y arriesgar mi seguridad…¿para qué?...¿para que gastar tantas energías en algo tan egoísta?”…Extrañaba, temía, añoraba. Esos pensamientos me acompañaron las primeras 3 horas. Solo cuando me acercaba a la encrucijada de caminos que me haría volver no comencé a levantar mi ánimo.

Pasadas las 3 horas de carrera me llega un sms de dos llamadas perdidas de Patri. La llamo y le empiezo a contar mis pensamientos. Sus palabras me ayudaron, su charla hizo que los kilómetros pasen más rápido. Ya con las luces de Badajoz a la vista los fantasmas comenzaron a quedar atrás.

Al final fueron casi 5 horas de carrera.

Generalmente, después de un entrenamiento sacrificado me siento muy bien…pero esto es distinto. Esta vez mi mente me jugó una mala pasada, hizo cuestionarme muchas cosas. El por qué y el para qué son dos preguntas muy difíciles de contestar….me. Tengo muchas dudas; inclusive la de correr los 100K de la próxima semana.

No sé si estoy preparado para afrontar lo difícil de esta prueba, tanto en su preparación como en la competencia en si. Ayer me dí cuenta que la Ultra va muuucho más allá de un simple entrenamiento físico. Va más allá de que tus rodillas te aguanten o conseguir tiempo para entrenar.

Espero aclararme para poder seguir disfrutando y divirtiéndome con esto. Ayer, sin ninguna duda, no lo pasé bien. Mi cuerpo respondió bien pero mi cabeza no.

Por lo pronto, creo que largaré los 100K dentro de dos semanas y después decidiré.

jueves, 18 de marzo de 2010

Por qué de una prueba de 100 Km?

Observamos que, año tras año, olimpíada tras olimpíada, quedan atrás marcas, récords. Caer esa bandera que parecía insuperable en la cima del esfuerzo…En definitiva, no podemos imaginar hasta donde llega el espíritu de superación del ser humano.

¿Orgullo? ¿Protagonismo? ¿Espíritu de progreso?. Una larga lista de interrogantes, sobre los resortes que suelen mover el afán y las ilusiones personales.

No es difícil imaginar y comparar, que para una atleta pueden estar enmarcados los límites de su velocidad, no obstante busca unas décimas menos; igualmente se pueden buscar unos kilómetros más, ese fondo de resistencia y capacidad en sufrimiento. Encontrarse, en definitiva, hasta donde podemos soportar esa incomodidad, que la vida habitual nos impide vislumbrar.

Contradictoriamente y por este tipo de esfuerzo individual, huimos de la contradicción sobre la que se asienta nuestra rutina, metiéndonos de lleno en algo contradictorio a la vez, como puede ser la búsqueda de las limitaciones personales, a través del esfuerzo, y no emplearse como medio para lograr una comodidad. En definitiva, llegar a la autoestimación por medio de la superación.

Personalmente, este tipo de competición, o los entrenamientos, son para mi una función orgánica, igual que comer o dormir.

No pretendo solamente exponer el por qué de los 100 Km en sí, sino el nacimiento de la prueba en cada uno de nosotros. El nacimiento de un nuevo mundo se abre con su particular visión y recoge una especie de meditación conjugada por la fatiga física, que da lugar al relax mental; una nueva forma de sentir, de profundizar en situaciones y problemas al tiempo que nos evadimos de ellos, dejando difuminado en cada panorama, que nuestra marca solitaria nos depara a través de carreteras, campos, donde el sudor empaña la vista, donde el ritmo de los pies acompaña el murmullo de la respiración a modo de melodía que ameniza esa soledad y desamparo del corredor de fondo; dando ese entorno cierto toque poético y patético a la vez. Valga la disonancia al encuadre de la filosofía del corredor.

Soto Rojas, pionero corredor del Ultra fondo español. Extracto de su libro “Ultrafondo 100 Km – Cantabria pionera”.

martes, 16 de marzo de 2010

LA SOLEDAD DEL CORREDOR DE FONDO

Muchas horas semanales con estos sonidos. Aunque los mitigue con música estos sonidos siempre me acompañan.
De Imágenes de Blogger

viernes, 19 de febrero de 2010

Una historia para pensar

...la encontré en un foro y me gustó mucho. Espero que les sirva igual que a mi. Disfrutenla!


Pablo, con el rostro abatido de pesar, se reúne con su amiga Laura en un bar a tomar un café. Deprimido, descargó en ella sus angustias... que el trabajo, que el dinero, que la relación con su pareja, que su vocación!...Todo parecía estar mal en su vida.

Laura introdujo la mano en su bolso, sacó un billete de 500 EUR y le dijo:

¿Quieres este billete?

Pablo, un poco confundido al principio, le contestó: Claro, Laura...son 500 EUR, ¿quién no los querría? Entonces Laura tomó el billete en uno de sus puños y lo arrugó hasta hacerlo una pequeña bola.

Mostrando la estrujada pelotita a Pablo, volvió a preguntarle: Y ahora, ¿lo quieres también?

Laura, no sé qué pretendes con esto, pero siguen siendo 500 EUR.

Claro que lo cogeré si me lo das.

Laura desdobló el arrugado billete, lo tiró al suelo y lo restregó con el pie, levantándolo luego sucio y marcado. ¿Lo sigues queriendo?

Mira, Laura, sigo sin entender a donde vas, pero es un billete de 500 EUR, y mientras no lo rompas, conserva su valor...

Pablo, debes saber que aunque a veces algo no salga como quieres, aunque la vida te arrugue o pisotee, sigues siendo tan valioso como siempre lo has sido... Lo que debes preguntarte es cuánto vales en realidad y no lo golpeado que puedas estar en un momento determinado.

Pablo se quedó mirando a Laura sin atinar con palabra alguna, mientras el impacto del mensaje penetraba profundamente en su cerebro. Laura puso el arrugado billete a su lado en la mesa y con una sonrisa cómplice agregó:

Toma, guárdalo, para que te acuerdes de esto cuando te sientas mal... pero me debes un billete nuevo de 500 EUR para poderlo usar con el próximo amigo que lo necesite.

Le dio un beso en la mejilla y se alejó hacia la puerta.

Pablo volvió a mirar el billete, sonrió, lo guardó y con una renovada energía llamó al camarero para pagar la cuenta...

¿Cuántas veces dudamos de nuestro propio valor, de que realmente merecemos más y que podemos conseguirlo si nos lo proponemos?

Claro que no basta con el mero propósito...Se requiere acción y existen muchos caminos.

Tratad de contestar a estas preguntas:
1-Nombrad las 5 personas más adineradas del mundo.
2-Nombrad las 5 últimas ganadoras del concurso Miss Universo.
3-Nombrad 10 ganadores del premio Nobel.
4-Nombrad los 5 últimos ganadores del Óscar como mejor actor o actriz.

Qué tal? ¿Mal? No os preocupes. Ninguno de nosotros recuerda los titulares de ayer. ¡Los aplausos se van! ¡Los trofeos se empolvan! ¡Los ganadores se olvidan!

Ahora contestad a estas otras:
1-Nombrad 3 profesores que os hayan ayudado en vuestra formación.
2-Nombrad 3 amigos que os hayan ayudado en tiempos difíciles.
3-Pensad en algunas personas que os hayan hecho sentir algo especial.
4-Nombrad 5 personas con las que disfruteis pasar vuestro tiempo.

Qué tal? ¿Os fue mejor? Las personas que marcan la diferencia en vuestras vida no son aquellas con los mejores credenciales, con mucho dinero, o los mejores premios...Son aquellas que se preocupan por vosotros, que os cuidan, las que de muchas maneras están con vosotros.

Reflexionad un momento. ¡La vida es muy corta! Vosotros, en qué lista estáis?
No sabeis?...dejadme daros una ayuda...No estáis entre los famosos, pero sí entre los que recordaré para mandaros este mensaje.

UN ABRAZO

Nunca sabrás de lo que eres capaz de hacer hasta que dejes de ponerte tú mismo los límites.
Entrena, descansa, creetelo... y a por ello.

LO IMPORTANTE NO SOLO ES CONSEGUIRLO , SINO ESTAR EN CONDICIONES DE INTENTARLO.

jueves, 18 de febrero de 2010

El día después de una Maratón

Esos locos que corren

Esos locos que corren
yo los conozco.
Los he visto muchas veces.
Son raros.
Algunos salen temprano a la mañana y se empeñan en ganarle al sol.
Otros se insolan al mediodía, se cansan a la tarde o intentan que no los atropelle un camión por la noche.
Están locos.
En verano corren, trotan, transpiran, se deshidratan y finalmente se cansan… sólo para disfrutar del descanso.
En invierno se tapan, se abrigan, se quejan, se enfrían, se resfrían y dejan que la lluvia les moje la cara.
Yo los he visto.
Pasan rápido por la rambla, despacio entre los árboles, serpentean caminos de tierra, trepan cuestas empedradas, trotan en la banquina de una carretera perdida, esquivan olas en la playa, cruzan puentes de madera, pisan hojas secas, suben cerros, saltan charcos, atraviesan parques, se molestan con los autos que no frenan, disparan de un perro y corren, corren y corren.
Escuchan música que acompaña el ritmo de sus piernas, escuchan a los horneros y a las gaviotas, escuchan sus latidos y su propia respiración, miran hacia delante, miran sus pies, huelen el viento que pasó por los eucaliptos, la brisa que salió de los naranjos, respiran el aire que llega de los pinos y entreparan cuando pasan frente a los jazmines.
Yo los he visto.
No están bien de la cabeza.
Usan championes con aire y zapatillas de marca, corren descalzos o gastan calzados. Traspiran camisetas, calzan gorras y miden una y otra vez su propio tiempo.
Están tratando de ganarle a alguien.
Trotan con el cuerpo flojo, pasan a la del perro blanco, pican después de la columna, buscan una canilla para refrescarse… y siguen.
Se inscriben en todas las carreras… pero no ganan ninguna.
Empiezan a correrla en la noche anterior, sueñan que trotan y a la mañana se levantan como niños en día de reyes.
Han preparado la ropa que descansa sobre una silla, como lo hacían en su infancia en víspera de vacaciones.
El día antes de la carrera comen pastas y no toman alcohol, pero se premian con descaro y con asado apenas termina la competencia.
Nunca pude calcularles la edad pero seguramente tienen entre 15 y 85 años.
Son hombres y mujeres.
No están bien.
Se anotan en carreras de ocho o diez kilómetros y antes de empezar saben que no podrán ganar aunque falten todos los demás.
Estrenan ansiedad en cada salida y unos minutos antes de la largada necesitan ir al baño.
Ajustan su cronómetro y tratan de ubicar a los cuatro o cinco a los que hay que ganarles.
Son sus referencias de carrera: “cinco que corren parecido a mí”.
Ganarle a uno solo de ellos será suficiente para dormir a la noche con una sonrisa.
Disfrutan cuando pasan a otro corredor… pero lo alientan, le dicen que falta poco y le piden que no afloje.
Preguntan por el puesto de hidratación y se enojan porque no aparece.
Están locos, ellos saben que en sus casas tienen el agua que quieran, sin esperar que se la entregue un niño que levanta un vaso cuando pasan.
Se quejan del sol que los mata o de la lluvia que no los deja ver.
Están mal, ellos saben que allí cerca está la sombra de un sauce o el resguardo de un alero.
No las preparan… pero tienen todas las excusas para el momento en que llegan a la meta.
No las preparan…son parte de ellos.
El viento en contra, no corría una gota de aire, el calzado nuevo, el circuito mal medido, los que largan caminando adelante y no te dejan pasar, el cumpleaños que fuimos anoche, la llaga en el pie derecho de la costura de la media nueva, la rodilla que me volvió a traicionar, arranqué demasiado rápido, no dieron agua, al llegar iba a picar pero no quise.
Disfrutan al largar, disfrutan al correr y cuando llegan disfrutan de levantar los brazos porque dicen que lo han conseguido.
¡qué ganaron una vez más!
No se dieron cuenta de que apenas si perdieron con un centenar o un millar de personas… pero insisten con que volvieron a ganar.
Son raros.
Se inventan una meta en cada carrera.
Se ganan a sí mismos, a los que insisten en mirarlos desde la vereda, a los que los miran por televisión y a los que ni siquiera saben que hay locos que corren.
Les tiemblan las manos cuando se pinchan la ropa al colocarse el número, simplemente por que no están bien.
Los he visto pasar.
Les duelen las piernas, se acalambran, les cuesta respirar, tienen puntadas en el costado… pero siguen.
A medida que avanzan en la carrera los músculos sufren más y más, la cara se les desfigura, la transpiración corre por sus caras, las puntadas empiezan a repetirse y dos kilómetros antes de la llegada comienzan a preguntarse que están haciendo allí.
¿por qué no ser uno de los cuerdos que aplauden desde la vereda?
Están locos.
Yo los conozco bien.
Cuando llegan se abrazan de su mujer o de su esposo que disimulan a puro amor la transpiración en su cara y en su cuerpo.
Los esperan sus hijos y hasta algún nieto o algún abuelo les pega un grito solidario cuando atraviesan la meta.
Llevan un cartel en la frente que apaga y prende que dice “llegué -tarea cumplida”.
Apenas llegan toman agua y se mojan la cabeza, se tiran en el pasto a reponerse pero se paran enseguida porque lo saludan los que llegaron antes.
Se vuelven a tirar y otra vez se paran porque van a saludar a los que llegan después que ellos.
Intentan tirar una pared con las dos manos, suben su pierna desde el tobillo, abrazan a otro loco que llega más transpirado que ellos.
Los he visto muchas veces.
Están mal de la cabeza.
Miran con cariño y sin lástima al que llega diez minutos después, respetan al último y al penúltimo porque dicen que son respetados por el primero y por el segundo.
Disfrutan de los aplausos aunque vengan cerrando la marcha ganándole solamente a la ambulancia o al tipo de la moto.
Se agrupan por equipos y viajan 200 kilómetros para correr 10.
Compran todas las fotos que les sacan y no advierten que son iguales a las de la carrera anterior.
Cuelgan sus medallas en lugares de la casa en que la visita pueda verlas y tengan que preguntar.
Están mal.
-esta es del mes pasado- dicen tratando de usar su tono más humilde.
-esta es la primera que gané- dicen omitiendo informar que esa se la entregaban a todos, incluyendo al que llegaba último y al inspector de tránsito.
Dos días después de la carrera ya están tempranito saltando charcos, subiendo cordones, braceando rítmicamente, saludando ciclistas, golpeando las palmas de las manos de los colegas que se cruzan.
Dicen que pocas personas por estos tiempos son capaces de estar solos -consigo mismo- una hora por día.
Dicen que los pescadores, los nadadores y algunos más.
Dicen que la gente no se banca tanto silencio.
Dicen que ellos lo disfrutan.
Dicen que proyectan y hacen balances, que se arrepienten y se congratulan, se cuestionan, preparan sus días mientras corren y conversan sin miedos con ellos mismos.
Dicen que el resto busca excusas para estar siempre acompañado.
Están mal de la cabeza.
Yo los he visto.
Algunos solo caminan… pero un día… cuando nadie los mira, se animan y trotan un poquito.
En unos meses empezarán a transformarse y quedarán tan locos como ellos.
Estiran, se miran, giran, respiran, suspiran y se tiran.
Pican, frenan y vuelven a picar.
Me parece que quieren ganarle a la muerte.
Ellos dicen que quieren ganarle a la vida.
Están completamente locos.

Marciano durán
marzo 2008

lunes, 15 de febrero de 2010

Maratón de Sevilla 2010

Que decir…!!!...Llegué…!!! Mi segunda Maratón en 15 días y la cuarta en 22 meses.

Me pude tomar este lunes sin trabajar y mañana festivo para recuperar porque sabia que iba a estar así…¿cómo?...me duelen las dos piernas desde los glúteos hasta los pies, de los dos lados (isquios, cuadriceps, glúteos, rodillas, tobillos). Me duelen los dedos y la parte de arriba de un pie (no me acuerdo como se llama), lo tengo negro e hinchado por los pu..os cordones muy apretados. Me duele una parte de la espalda y….nada más!

Mi cabeza esta volando, todavía. Intento recordar las sensaciones que tuve antes de comenzar a entrenar mi primera Maratón y cuales fueron los motivos para hacerlo, y compararlos con los que me quedaron al terminar esta cuarta Maratón.

Tenía muchas dudas de a que ritmo salir. El sábado anterior había decidido salir a 4:30/4:35. Intentar terminar en 3h 13min, pero me daban vueltas por la cabeza muchas cosas y mi cuerpo me pedía otro ritmo. Este sábado decidí “Matar o Morir”. ¿Qué me impedía salir al mismo ritmo que en Badajoz? ¿Quién me decía que no podría igualar la marca, o incluso mejorarla? No me gusta decir cuando todo pasa: -“¿y si lo hubiera hecho de otra manera…?”. Así que con dos “cojo…es” salí debajo de 4:20 por kilómetro. Quería probarme. ¿Nunca intentaron poner el coche a todo lo que dá para saber cuanto dá?...bueno…yo hice lo mismo. Quería conocer las sensaciones que me esperarían al ir un poco más rápido de lo que mis sensaciones decían.

He aquí la crónica:

Viajamos el sábado con Patri y Cati. Fuimos a buscar el dorsal y paseamos un poco por la feria del corredor, después centro comercial, Decathlon y temprano al hotel para dormir.

A las 5:50hs nos despertamos, desayunamos y todo listo para salir a las 8hs hacia el estadio…¡¡¡Un friooooo!!!...el coche marcaba 2º…pero no llovía…¡¡¡menos mal!!! Entré a la zona de calentamiento. Cola para dejar la ropa en el guardarropa, cola para hacer un pis y cola para acceder a la pista donde se largaba. Preocupado por no quedar muy atrás en la salida; sabía que correrían como 4000 atletas.Y así fue. Largaron 4126 corredores. Llegué sin problemas muy cerca de la línea…8:56hs…¡cagando!...9:03 largamos!!!

Pude encontrar el ritmo desde el comienzo. No estorbó nadie. Hasta el kilómetro 5 no ví ninguna marca. Había mucha gente. Alrededor de 4:20 min/km…bien!

Por esta parte del recorrido veíamos a los primeros que venían volando. Un pelotón de cómo 10 africanos y un Español, Pablo Villalobos (que salió segundo con marca para el Europeo). Lo estaba pasando genial. Cruzamos un puente y la gente animando, girábamos en una rotonda y la gente animando…durante todo el recorrido había mucha gente y animando de corazón. No sentía que molestábamos como me pasa cada vez que corro en Badajoz.

Los relojes de la calle marcaban 4º pero no había casi nada de viento y eso ayudaba mucho para no congelarnos.

Realmente no me acuerdo mucho del recorrido. Cuando corres medio jugado vas preocupado por no correr a tirones y encontrar un buen ritmo que de ver el paisaje. Me acuerdo que doblamos hacia una avenida y de fondo veía La Giralda. Después, de lo único que me acuerdo es de los pequeños desniveles y de intentar subirlos sin hacer mucha fuerza.

Desde la salida estuve buscando a alguien que corra al mismo ritmo que yo, y no era capaz de encontrar a nadie. Sabía que después del 35K la iba a pasar mal. Lo intenté primero con un par de chicos que iban juntos, que les escuché decir que mantendrían 4:20. El primer kilómetro con ellos fue a 4:09, y el segundo a 4:28. Opté por dejarlos. Paso la Media Maratón en 1h31min. Iba al ritmo que quería. No me pregunten porqué pero decidí buscar 3h02min. Manteniendo ese ritmo lo conseguiría. A los pocos kilómetros encontré a otros dos que iban a ese mismo ritmo. Por lo que me dí cuenta, uno tiraba al otro. Uno de ellos se quejaba del frío, y el otro movía los brazos en círculos para calentarlos, hacia skiping y talones al glúteo…a 4:15 que veníamos. Para mi pensaba: “Ni Martín Fiz hace eso a este ritmo y por el kilómetro 24”. Era medio fantasma, me estaba rompiendo las bolas. Veo, como a 20 metros, a un flaco y alto que inmediatamente bauticé como Richard, ya que me hacia acordar a un atleta de mi ciudad. Parecía saber lo que hacía. Lo alcanzo por el kilómetro 26 y me quedo con él. Clavaba casi todos los kilómetros. Se le veía bien, suelto, su respiración relajada, así que decido pegarme a él y no dejarlo ni con agua fría.

Ya empiezo a notar las piernas duras. Desde el kilómetro 7 la rodilla me empezó a doler, poco, pero es el mismo dolor que tuve después de la Ultra o después de la Maratón de Badajoz. Estaba preocupado. Por el kilómetro 11 o 12 empiezo a sentir un dolor punzante en el pie derecho. Me había pasado lo mismo en el otro pie hace varios meses por los cordones muy ajustados…¡¡¡ni en pedo paro para aflojarlos!!!

Así que con las piernas duras, dolor en la rodilla y en el pie, con la incertidumbre de ir rápido y mis sensaciones diciendo que iba rápido, decido seguir así. Decido seguir a Richard hasta el kilómetro 35 como fuese, después vería como terminaba la carrera.

En el kilómetro 29 venía medio jugado y casi caigo en la tentación de aflojar el ritmo, pero nooo…!!!...la decisión estaba tomada…hasta el 35K como sea.

Mientras intentaba no descolgarme pensaba justo en este momento; yo escribiendo esta crónica, sentado en mi sillón calentito y olvidándome de los dolores y el frío. Pero lo estaba pasando mal.

Pasan los kilómetros…y llegamos al 34K. No podía seguirlo más. 500 metros y se empieza a ir. Sentía ácido láctico hasta en los glúteos…y acá empezó mi calvario personal. Mi ritmo iba bajando angustiosamente y mi cuerpo cada vez peor. Empecé a sentir hambre. No puedo explicarles lo mal que lo estaba pasando, luchando conmigo mismo para no caminar. Estábamos en los alrededores del estadio…y mi ritmo era cada vez más lento. Kilómetro 40 y veo el avituallamiento. Casi me tiro contra las mesas cuando vi los trozos de naranja. Agarré un puñado y un vaso de Gatorade a la carrera. Es muy difícil respirar con un pedazo de naranja en la boca como un protector bucal. Me sirvió para distraerme unos metros.

Pasamos el 41K y todos nos alentaban diciéndonos que ya estaba hecho, que no quedaba nada, y para mi pensaba: -“veni a correr vos estos 41K a ver si este ultimo kilómetro es tan fácil como decis”. La cabeza razona raro cuando sufre. Sabía que el kilómetro 42 estaba dentro del estadio. 500 metros y doblamos. Veo la entrada y la pista. Pensaba que me iba a emocionar. Nada, estaba tan muerto que quería llegar para comer.

Damos la media vuelta a la pista y llego. 3:10:29. Me sorprendió lo mal que tenia las piernas, me costaba mucho caminar. Mientras intentaba no caerme uno de la organización me apuraba para que caminara más rápido. Lo debo de haber mirado de alguna manera rara entre las gafas porque inmediatamente otro me ayudó del brazo hasta un banco. Veo una mesa con naranjas y me tiro de cabeza. Con las dos manos llena de trozos y otro en la boca viene una voluntaria y pregunta si me quita el chip de la zapa. Con el protector bucal en los dientes le digo que mmssii. Miro la zapa y la muy guarra no me volvió a atar los cordones ¿Qué quería, que me caiga? Cuando estas sufriendo la cabeza razona distinto.

Mientras entraba al estadio para buscar mi ropa le pregunto a otro voluntario si había comida dentro. –“Si, claro”, me responde con un tono medio irónico.

Nos dan una bolsa con cosas para comer y tomar. Una latita de Gatorade, un Huesitos, un Donnuts, una manzana y una cajita de jugo. Me bebí y comí todo eso mientras hacía la cola para recoger mi ropa. Cuando me la dan agarré la banana que tenia y me la comí en tres bocados. Ya se me estaba yendo un poco el hambre.

Que frío!!!...Me visto, estiro un poco y salgo en busca de las chicas que me esperaban en el coche. Bastante difícil caminar hasta el coche que estaba estacionado como a 800m.

Duchita en el hotel, Mc Donalds y a Badajoz.

Buen comienzo del año!!!....primer objetivo cumplido. Ahora a recuperarme y pensar en la próxima.