“Hombre cobarde no coge mujer bonita”. Pepe Kierdelewicz

viernes, 23 de diciembre de 2011

2011...buen año. 2012...será mejor!!!


Estamos casi en Navidad y a pocos días del 2012 y no hago otra cosa que pensar en los regalitos, en lo que hice en el 2011 y lo que voy a hacer en el 2012. Pese a mucho, la balanza se inclina para el lado bueno, y eso me empuja para más.

Es increíble la motivación y las ganas que tengo de seguir sumando kilómetros después de esta última carrera. Ya tengo programada las próximas 24hs para el 14 de abril.

Los números de este año también me ponen contento. Desde el 1º de enero de este año no hubo mes que no haya sumado menos de 300 kilómetros hasta el pico máximo de más de 600 kilómetros. En total fueron 4592km. En otras palabras más de 382km mensuales, ósea 95,650km semanales…de media!!! Para hacer estos kilómetros pasé por interminables minutos solo en la ruta o por la sierra, fartleks, progresivos, infinidades de lomas, pasadas…

Tres Ultras Maratones: los 101K de Ronda, un 100K de ruta y un 24hs en pista. Creo que si hago la nota media apruebo con un 7 u 8…según yo, así que no creo que sea muy valido…pero como guía me sirve. Ja!

Siento mucha satisfacción y orgullo, no solo por estos números sino por lo que tuvimos que pasar para conseguirlos. Con el apoyo de muchos amigos y la familia me mudé varias veces de ciudad por trabajo, volviendo a Badajoz cada fin de semana para ver a mis chicas, hasta agosto que llegamos a Málaga y pudimos, por fin, centrarnos.

Para mi es muy importante conseguir un equilibrio entre familia, entrenamiento y trabajo. No puedo entrenar tranquilo si el resto esta mal, o viceversa x2.

Sinceramente lo que intento buscar es felicidad. Trabajo para ser feliz, entreno para ser feliz…y soy feliz para mi familia.

¡¡¡FELIZ NAVIDAD Y FELIZ AÑO NUEVO PARA TODOS!!!!

Familia, viejos y nuevos amigos, espero, desde el corazón, que busquen y consigan cada uno de sus sueños. Estar viendo como lo consiguen y sentirlos conmigo cuando los intente.

Gracias por estar alentándome en cada carrera…gracias por estar ahí!!!!!!

lunes, 19 de diciembre de 2011

24 hores d`atletisme


Se acabó el año. Ayer fueron las 24hs d`atletisme y la verdad es que me vine con un mal sabor de boca…pero pensándolo mejor encontré un error que creo, fue el que hizo que no haya conseguido mi objetivo: suplementación y recuperantes musculares. Pensándolo y echando la vista atrás, los corredores que estuvieron por la marca que quería yo hacer, consumían este tipo de productos.

Estuve todo el año pensando en comenzar a usar suplementación pero quería saber hasta donde podía mantenerme con una alimentación adecuada y normal. Pero viéndolo ahora desde otra perspectiva, con el esfuerzo de los últimos dos días, me doy cuenta que estar 24hs corriendo no es un esfuerzo normal.

Aunque esto suena a excusa no es ni mucho menos eso. Intento aprender de mis errores así que voy repasando paso a paso lo que me trajo hasta acá hoy, y la suplementación es lo único que no cambié. Y la sensación a partir de las 13 horas de carrera era como que no tenía músculos para moverme. Ahora súmenle 11 horas más…uff!!

Acá va la crónica. Intentaré ser breve porque imagínense todo lo que habrá dentro del coco si me pongo a revolver estas ultimas 24 horas!!!

De movida contarles que el viernes por la mañana perdimos el avión ya que la compañía me pidió el pasaporte porque soy extranjero. Así que Salvador “el piloto” (y no es broma,tardó la mitad de tiempo en ir y venir al aeropuerto) conseguimos llegar a embarcar pero no nos dejaron subir al avión. Cabr…es!!!

Alquilamos un auto y salimos para Barcelona. Casi 1000 kilómetros después llegamos, a las 10 de la noche. Entre que entregamos el coche y volvimos al hotel nos acostamos a la 1 de la mañana.

Ya al otro día, en la pista a las 10 de la mañana, acomodamos todo en el sitio que te da la organización, charla técnica, presentación de todos los corredores, foto de grupo y a las 12 en punto…LARGAMOS!!!

Despacito y sin apuros intenté seguir a rajatabla el planning programado. Estaba bien entrenado, sentía mucha confianza, disponía de todo el apoyo de mi familia (aunque Cati protestó por nuestra ausencia tanto tiempo, ja) y tenía muchas ganas. ¿Qué más me faltaba para lograr mi éxito?

Las primeras 10 horas fueron muy bien. Inclusive llegué a pensar que podría conseguir más kilómetros de los que esperaba. Pero llegando a las 12 horas de carrera, cuando ya empezaba a apretar la noche, el frío y el viento (que por cierto sopló bastante fuerte toda la competencia) empecé a decaer un poquito.

Esperaba estar dentro de los 100km para las 12 de la noche y solo conseguí 93km. Ya eso hizo darme cuenta que algo no iba bien. Casi a la 1 de la mañana conseguí completarlos.

Iba comiendo y bebiendo constantemente. Mis tripas son bastante estables, por suerte, así que le metía de todo.

Seguía avanzando la madrugada y yo cada vez peor. Sabía que estaba en un pozo; un bajón anímico típico de las carreras de larga distancia y esperaba y aguantaba para que se vaya de una p…ta vez. Patri me leía todos los mensajes de ánimos que me mandaban por Facebook. Alguno que otro casi me sacaba alguna lagrimita, sobre todo las llamadas de Cati por teléfono.

4 de la mañana e iba cada vez peor. Mi trote re lento y mis caminatas lentas me desalentaban cada vez más. El planning era que desde las 12 hasta las 7 de la mañana caminara 10 minutos y corriera 20. Tirarme media hora a dormir y correr las ultimas 4 horas y pico hasta el final. ¿Fácil, no?

5 de la mañana y era una pena. Empecé a charlar con otro corredor que lo venía pasando tan mal como yo. Y como dicen: “la miseria une” seguimos contándonos nuestras penas y quejándonos como dos nenas…pero no parábamos de avanzar.

Patri me acompañaba algunas vueltas cuando caminaba, y cuando me tocaba correr se sentaba y me esperaba, a veces despierta y otras veces cabeceando. Ja, tenían que verla. A veces pasaba y ella estaba dormida pero cuando se daba cuenta se despertaba y me alentaba…pero yo ya había pasado!

La 6 de la mañana. 18 horas corriendo. Poco más de 120 kilómetros y todavía faltaba 6 horas. Para ese momento ya llevaba en un pozo desde antes de las 12 de la noche. Creo que eso es mucho tiempo para soportar tanto dolor y desazón, así que decidimos adelantar la cabeceada y dormir 30 minutos a ver si me recuperaba.

Que alegría! Me tiré en la bolsa de dormir sobre una colchoneta de gimnasio. Parecía una cama con el mejor colchón. Me dormí al toque. Me despierto solo a la media hora y le digo a Patri que 15 minutos más. Me vuelvo a despertar solo…increíble!...e intento ponerme de pie…………incontable!!!!! Me dolía hasta la nariz, inclusive hoy me duele. Me cambio las camisetas interiores para intentar hacer las últimas horas un poco más cómodo y cuando me pongo de pie, apoyándome de todo lo que había a mi alrededor, me empiezan a venir unas ganas de vomitar tremenda. Salgo de la habitación, donde dormían otros tantos corredores más, apurado para no molestarles con mis arcadas y buscando un lugar para vomitar pero con dos piernas que no podía flexionar las rodillas. Al baño no llegaba. Levanto la cabeza y veo un montón de cajas de cartón vacías apiladas y me apoyo en la pared con las dos manos, cabeza gacha gritándole a HUGGOOO!!! Que mal cuerpo me quedó. Con todo ese sudor frío decido no esperar más y salir a la pista a seguir sumando metros.
 
7 de la mañana y Patri acompañándome en esta caminata de pena. No podía enfocar, se me cerraban los ojos, creo que me tambaleaba un poco, me costaba tener la cabeza alta e iba todo encorvado. Empieza a amanecer y parece que vuelve la alegría….pero mis músculos no funcionan. 4 horas más para el final; mucho tiempo y Patri no me dejaba pensar en otra cosa que no sea seguir adelante.

Las siguientes 2 horas sobreviví. La compañía de Patri y el aliento constante de los voluntarios me sacaron adelante.

Pasada las 9 de la mañana solamente quedaban un poco más de dos horas para el final, y aunque seguía caminando, mi paso era más vivo.

El total de corredores que largamos las 24hs fuimos 100 que dábamos vueltas a la pista por el andarivel 6,7 y 8, pero a la par se hacia una competición por equipos de 24hs también por los andariveles 4 y 5. Y a la vez, por los andariveles 1, 2 y 3 se hacían diferentes competencias a toda hora. Inclusive se largó una Maratón…si, de 42K a las 12 DE LA NOCHE. Todo eso le daba una vida a la pista que te distraía y ayudaba muchísimo en esta monotonía de dar vueltas.

10 y media de la mañana e intenté correr porque me sentía mejor y duré 200 metros. Se ve que eso me sacó lo último que me quedaba porque ya no pude conseguir caminar al ritmo de antes.

Con Patri siempre a mi lado estaba llegando al final de estas locas 24 horas. Durante estas ultimas horas caminó conmigo, ella me cocinó todo lo que necesité, me atendió todas las necesidades, me alentó y no dejó que me ganen mis malos pensamientos, y en gran parte llegar al final fue gracias a ella.

Esta última hora fue genial. Se ve que los voluntarios y algunos acompañantes se dieron cuenta de mi estado anterior y me alentaban y felicitaban por estar en el final…pero, sinceramente, a mi me daba vergüenza. Veía el esfuerzo de todos los otros corredores donde había muchos que estaban corriendo todavía y yo no…y me alentaban por eso.

Este fin de semana me dí cuenta de la grandeza del ser humano, del cuerpo y de la mente. Este tipo de competencia va más allá de un planning o de pelear un puesto. Este tipo de carreras se resume en el espíritu, en la convicción de conseguir lo que fuiste a buscar, en vivir el presente porque el futuro esta 24hs corriendo por delante, en aprovechar los baches y la euforia porque los dos pasan, en cuanto dolor podes soportar sin bajar los brazos. No fui el único que vomité o al que le dolían las rodillas al punto de no poder soportar tu propio peso, pero ahí seguían. Tendrían que ver sus ojos, sus miradas llenas de convicción y de fortaleza.

Muchas veces pensamos que la felicidad y el desarrollo personal esta en la cantidad y comodidad de las cosas materiales que podemos comprar para que nos hagan la vida más fácil pero ayer, viendo la cara de todos esos monstruos y monstruas cabezasduras con 24hs en el cuerpo sin parar, no me cabe la menor duda que no es así.

Sonó el aviso del final de las 24hs y dejamos nuestra marca en la pista para que los jueces recojan los metros totales y caminamos juntos de la mano hasta cruzar la meta donde nos esperaba todo el público haciendo un camino de aplausos y felicitaciones. No recuerdo haber sentido tanta emoción al final de alguna carrera. Tuve que contener las lágrimas, y más cuando miro a Patri y la veo llorando.

Voy a comparar este tipo de carrera a la vida, creo que el secreto del éxito de ambas es el mismo: Prepararte a conciencia con paciencia y con pasión, apoyarte en tus amigos y en tu familia, ayudar sin esperar nada a cambio, conseguir el mejor equipo que puedas, aprender de tus errores y ayudar a que otros no lo cometan, competir con caballerosidad, aprender de las derrotas y disfrutar las victorias pero guardarlas en un cajón. Yo no conseguí el éxito todavía pero lo estoy buscando.

Ítem aparte para la organización de la carrera. ¡IMPECABLE! Lo difícil que debe ser la organización para este tipo de competencia donde hubo momentos que éramos 200 o 300 personas dando vueltas a la pista por tres carriles diferentes, en direcciones diferentes y en tres competencias diferentes y no hubo ni un error, ni mala onda y siempre te recibían con una sonrisa. Me gusta hasta la camiseta de recuerdo!

Gracias Negri por bancarme tanto, sos mi pierna derecha. Gracias a todos mis amigos por esos ánimos que me ayudan muchísimo y espero seguirlos recibiendo en las próximas competencias…claro!...Habrá más carreras….o que pensaban!!!!!

Números: pasé las 12 horas con 202 vueltas y termine las 24 horas en el puesto 47con 328 vueltas osea 143,664 kilómetros.

Creo que esta fue la carrera que peor me salió este año, pero la que más aprendí.